Oniria e Insomnia

Voy a romper una lanza a mi favor, cada vez que entro y veo la entrada anterior... Sufro una gran vergüenza hacia mi persona. ¡Maldita sea!

Bueno, a lo que vamos. Despues de escuchar unas once mil millones de veces la canción Oniria e Insomnia del grupo Love of Lesbian (basta de chistes, no son originales, todos los hemos pensado) he creido que seria bastante... Interesante el intentar... ¿Parodiar? una historia sobre está pareja. ¿Con que extras?, con el listón de un escritor incrédulo, miles de faltas de ortografía y.. Perdón, ¿he dicho escritor?, ahora mejor.

En el techo del edificio nº23 compuesto por quince plantas, como cada noche,  el unico acompañante de Raúl  de un 17 de Junio era el humo que bailaba sobre la estelilla carmesí que provocaba la contaminación lumínica y que era escupido por su boca unido a un consumo ansioso de tabaco del que ya hacia tiempo que estaba acostumbrado. Unas ojeras profundas y de color obsidiana ,provocadas por la falta de sueño y sus cortas cabezadas esporadicas, escuadriñaban el paisaje urbano, suspiraba y sollozaba mientras maldecía a la noche por volverle una persona tan nostalgica durante ese corto periodo de 8 horas y media, y hacerle recordar las aventuras del increible capitán en la bañera de casa surcando los mares dominados por el patito de goma mas peligroso y voraz del mundo, junto a los marineros de Lego, (quienes desaparecieron una noche, bajo las fauces de Vicky, su perra) o la forma en la que sus amigos iban detrás de él, ansiosos por ver que pequeña palabra o suceso le haria volar hacia los mundos de los que ellos sentían tanta envidia por vivir. Tambien, recordaba las palabras de su profesor de Literatura, negandole la complejidad y exigiéndole la simplicidad que él nunca estuvo dispuesto a adoptar, ademas de la extraña sensación de unión que sintió con Pio Baroja al descubrir que significado tenia las palabras escéptico y huraño. Despues de eso, no dejaba de repetir una y otra vez a las atolondradas chicas de su clase, (que de vez en cuando le miraban a el, alejando la vista de los chicos de bachiller) que su destino era el de morir sin haber encontrado a su alma gemela. Aun asi, el siempre creyo en el amor, el siempre creyo que hay alguien mas alla del pueblo que nunca le retó a largarse y que muchas veces se sintió identificado con el protagonista del Show de Truman. Y que efectivamente, muy pronto las cosas cambiarian.