miércoles, 20 de junio de 2012

Una banda de jovenes, un poco más alla de su edad, montaba bullicio para dar por sentado su sed de alcohol y alguna mujer dispuesta a dejarse llevar por la euforia. Él, seguia sumido en su pasado, recordando lo feliz que fue y que ahora podria ser el más alto de aquellos jovenes, que andaba con desparpajo seguido de las miradas de las jovenes que se reian y se contagiaban de su bullicio festivo. Cuando recupero su mirada y la dirigió hacia las estrellas divisó a ella. Una chica vestida con un camison, despeinada, palida, sonriente. Bailaba bajo la luz de la luna, sobre los cables de la electricidad, movimientos delicados y fragiles los mismos que él siempre pusó en sus sueños a las hermosas ninfas de los bosques. Volvió a percatarse de la situación en la que se encontraba la chica, se dirigió hacia a ella y pensando que era una pobre chica cansada con el trato que regala la vida, comenzó a intentar conversar con ella de lo que el siempre habría querido que alguien se lo aclarase. Los intentos eran fracasos y los fracasos, frustración, él no sobreviviria a contemplar como ella se lanzaba al vacio. Ella se giró, sus ojos, estaban cerrados pero mas alla de eso.. Sus rasgos, le invitaron a la salvaje danza sobre las cuerdas en las que ella se habia posado. La agilidad de él, no era nada envidiable, más bien ridicula, continuamente le miraba los parpados para asegurarse que no iba a abrir los ojos y observarle con su tembleque, empapado de sudor y.. Enfin, esa imagen tan patética. Por fin, recobro la dignidad, se repuso sobre sus dos pies y consiguió alcanzarla, le cogió la mano, ella se la estrecho 
al instante, se giró y le abrazó. Susurró algo que él no pudó escuchar, le arrastró fuera de esa escena de adrenalina pura y dura. 

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